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   La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales, las inundaciones y otros eventos climáticos han afectado a millones de personas. Aún a día de hoy nos enfrentamos al COVID -19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema. 

     El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta.

     Este día de la Madre Tierra es el primero que se celebra dentro del Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas. Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero sólo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte.

     Recordemos hoy más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Promovamos la armonía con la naturaleza y la tierra

Nuestros alumnos/as de 6ºB se convierten en arquitectos y dan vida y LUZ (con un circuito eléctrico) a varios lugares y monumentos de nuestra geografía. ¿Los reconoces?

Entrevista al dueño del bar ER MIARMA

 Inauguramos hoy esta sección con la visita a un establecimiento que, pese a su juventud, (y eso que lleva abierto más de 8 años) es ya un emblemático y clásico negocio en nuestro querido barrio, estamos hablando del Bar “MIARMA” .

El gerente, y “alma mater” del mismo, es Juan Carlos Cáceres (24/09/84), pero además están siempre al pie del cañón, Mari Carmen, (Mari), su mujer y Rocío, su cuñada, y alguna vez también vemos tras la barra al simpar Rafa, bético como todos ellos y derrochando simpatía, marca común de la casa.

Nos explica Carlo que el nombre del bar viene un poco por tradición familiar, pues su padre, ha tenido siempre negocios en la zona y era el “miarma” …, y veremos a lo largo de toda la entrevista la enorme y positiva influencia paterna sobre él….

En cuanto a la especialidad de la casa, nos habla de su excelente comida casera, sus guisos, entre los que destaca la “carrillá” y la carne con tomate y sobre todo elogia el “sevillanito”, el cual para que nos entendamos, es un filete con jamón, pimiento, huevo, con una riquísima salsa al whisky, pero no metido en pan.

Nos comenta nuestro Carlo, que a raíz de la pandemia ha perdido mucho en los desayunos, recuerda que ha habido cierre de oficinas, más tele trabajo y alguna empresa como PTV, con muchísimos comerciales, que a diario hacían del bar el sitio ideal para un magnífico desayuno.

A la pregunta de por qué tendría que venir alguien por 1ª vez al Miarma, no lo duda y contesta con sencillez, pero con firmeza que, por los pequeños detalles, se trata de un negocio muy familiar, en el que se rebosa cariño, se derrocha simpatía y buen talante y cada persona que entra es para ellos distinto y por tanto tiene un trato personal. Remata diciendo que todo el que viene, repite.

En el transcurso de la charla, vuelve a mencionar a su padre, pues el trabajo con él, ha sido fundamental y aprendió lo que son los pequeños detalles de cada cliente y afirma con la sabiduría que proporciona el trabajo tras una barra; “Que cada cliente es único y especial”.

Define su negocio como un bar de barrio, el cual tiene una línea bien definida y donde no te puedes equivocar, y que, en este tiempo, cierra sobre las 6 de la tarde, pues no es zona para más, pero que pronto empieza la temporada de los caracoles y cabrillas y cierra al mediodía para trabajar la terracita tarde-noche.

Nos despedimos con una sonrisa plena de nuestro anfitrión, mientras se escucha en la barra a un cliente pedir media con mantequilla y york y un café con leche de esos que se ponen aquí y que te quitan el “sentío”.

Dicho queda